lunes, 5 de abril de 2010

Trabalhador

Conocí a Seu Jorge ahí en uno de esos discos de la serie Posto Nove, compilados por algún francés de esos que van pepenando cosas chairi-cool del tercer mundo. De inicio, su estilo me pareció -y aún me parece- decididamente bipolar: rolas que nos llevan a desmembrar el esqueleto, y otras que nos urgen a preparar la tina y sacarle filo a las navajas. Pero dentro de todo, un buen balance. Voz profunda y corriosa, letras urbanas, bajeos funk y el rasgadito de cuerdas tan característico del samba.

Seu Jorge es un intérprete y compositor nacido en Río de Janeiro que por un milagro consiguió salir del entrono de la favela. De las sórdidas vulcanizadoras de la cidade maravilhosa a príncipe del cameo (por ejemplo, en la mariguanada de Wes Anderson, The Life Acquatic with Steve Zissou) se ha convertido, sin duda, en uno de los más importantes representantes del MPB. El MPB, música popular brasileira, no es más que los ritmos tradicionales afrobrasileiros fundidos con influencias de fuera, como rock, funk, reggae, y hasta pop. Tiene la gran virtud de todos los volúmenes for dummies: digerible y tarareable.

Su última producción, América Brasil, me sirvió de acompañamiento en tan singulares ocasiones que me permitió compenetrarme con cada acorde y batida que suena. Grabado en el Citibank Hall de Rio en 2009, es un show en vivo de respetable producción y notoria calidad en la ejecución. No esta de más apuntar al talento de todos los músicos de la banda (véase la armónica bluesera amazónica requinteando). En particular, el comienzo del concierto, con Trabalhador y América do Norte me redirige a mi vida en Brasil: trabalhador brasileiro, trabalha igual que burro e nao ganha dinheiro ... o mexicano tambem.

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