El fin del viaje me hizo pensar en asesinar vilmente al blogcito éste. Pero en lugar del filicidio he decidido ponerlo en coma un ratín. Ni yo me creo que voy a parar de mojado. Es por eso que, momentáneamente se centrará en la edición de todos los fragmentos no contados de los últimos siete años.
Wetback tales revisited. Pásele marchante: situaciones absurdas en lugares exóticos.
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